Las mascarillas higienicas se han convertido en un accesorio cotidiano desde la entrada en vigor de la fase 1 de la desescalada. Pero hay determinados momentos en los que nos las quitamos, como cuando nos sentamos a tomar algo en un bar o llegamos a casa. Y aquí surge la duda de muchos: ¿cómo y dónde podemos guardarlas?
Según La Sociedad Española de Microbiología (SEM), no debemos dejar la mascarilla encima de la mesa, ni colgárnosla en el cuello o el brazo (algo que se está viendo mucho en las calles), ni meterla en el bolso o en un bolsillo para evitar esparcir patógenos. Y tampoco dejárnosla puesta o subirla y bajarla para comer y beber. Al llegar a casa, eso de colgarla en el perchero tampoco está bien hecho. Pero, entonces, ¿dónde la ponemos?
Hasta el momento la mejor recomendación era ponerla en un sobre de papel donde depositarla sin doblarla, una tela o incluso, una funda de gafas (en este caso dicha funda se deberá desinfectar al llegar a casa).Es preferible usar bolsas o sobres de papel antes que de plástico, porque en el plástico puede concentrarse la humedad y algunas bacterias pueden proliferar". Es decir, que el uso extendido de las bolsas de plástico con cierre zip sería incorrecto.
Una nueva generación de bolsas para mascarillas incluyen desinfectantes como el cloruro de benzalconio, que son capaces de inactivar al virus tras cinco minutos de contacto.
Las bolsas para Mascarillas Deanshield, fabricadas con neopreno reciclado, son las primeras disponibles en el mercado que incluyen en su fabricación cloruro de benzalconio. Pruebas realizadas en laboratorio certifican su efectiva en la inactivacion del virus en las mascarillas.