¿Qué nos dice la genética sobre la depresión?

La salud mental es un aspecto fundamental de la salud general del individuo. La depresión es una de las enfermedades mentales más comunes, y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta al 5% de los adultos en todo el mundo. Aunque no se conoce la causa exacta de la depresión, se cree que es una enfermedad multifactorial en la que intervienen factores sociales, psicológicos y biológicos.

En cuanto a los factores biológicos, se ha investigado mucho sobre el papel de la genética en la depresión. La pregunta de si la depresión se hereda de padres a hijos es frecuente, y aunque los estudios hasta la fecha estiman que la heredabilidad de la enfermedad es del 30-40%, su alto carácter poligénico ha hecho difícil su estudio. Se han asociado más de 260 genes implicados en neurotransmisión y respuesta a estímulos, lo que sugiere que hay una base genética en la depresión.

La relación entre la genética y la salud mental no se limita solo a la depresión. Se han investigado otros trastornos mentales, como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, y se ha encontrado que también tienen una base genética.

La identificación de los genes que están involucrados en la depresión y otros trastornos mentales es un campo de investigación activo y en constante evolución. La genética es solo una parte del rompecabezas, y la interacción de los genes con el entorno también juega un papel importante en el desarrollo de estos trastornos.

Los avances en la tecnología de secuenciación de ADN y el análisis de datos masivos han permitido a los investigadores estudiar los patrones genéticos que se relacionan con la salud mental. La identificación de estos patrones puede ayudar a los médicos a identificar a las personas en riesgo de desarrollar depresión y otros trastornos mentales, y también puede ayudar a desarrollar nuevos tratamientos personalizados.

El uso combinado de ciertos fármacos con la psicoterapia puede resultar altamente eficaz para tratar la depresión. Además, estos fármacos antidepresivos tienen su metabolismo muy bien caracterizado por lo que conocer, mediante la farmacogenética, el perfil metabolizador individual puede resultar muy útil a la hora de elegir el mejor fármaco y tratar de reducir ese 75% de personas con enfermedades mentales que no reciben un tratamiento adecuado.

La farmacogenética es una rama de la genética que se enfoca en cómo los genes afectan la respuesta de una persona a los fármacos. Cada persona tiene un conjunto único de genes que pueden influir en cómo su cuerpo procesa y responde a los fármacos. La farmacogenética puede ayudar a los médicos a identificar qué fármacos son más efectivos para una persona en particular y a evitar los efectos secundarios no deseados.

Un ejemplo de la aplicación de la farmacogenética en el tratamiento de la depresión es el uso del escitalopram, un antidepresivo común.